+ INFO CASA TACURI
MEMORIA
El proceso de diseño de la Casa Tacuri, concebida como vivienda unifamiliar y estudio, inició en el año 2015 y en su análisis previo, se realizó una lectura del lugar, tomando en cuenta la forma del lote, su topografía, elementos naturales, orientación y vientos predominantes.
Su propietario, tenía la necesidad de construir una casa donde pueda vivir con su familia y trabajar al mismo tiempo; es por esta razón, que compró el lote, de 1.000m2, motivado por la cantidad de árboles y la cercanía de este, ubicado en Nayón, al centro norte de la ciudad y al valle de Cumbayá.
Con la lectura del lugar, se observó en el lote una pendiente positiva desde el nivel de la calle y surgió como concepto, el crear una arquitectura que se adapta a la topografía y que, además, respeta todos los elementos naturales que se encuentran en el terreno. Estos estudios también permitieron reconocer, que cinco de los trece árboles, están en el centro del lote, concluyendo que el recurso de composición para implantar el proyecto y respetar los árboles, es la reinterpretación de una tipología casa – patio.
Tres volúmenes distribuidos perimetralmente alrededor del jardín arbolado, conforman el patio central. Un primer volumen con frente hacia la calle, contiene todos los espacios de carácter social, un segundo volumen, de dos plantas y perpendicular al primero, agrupa los espacios familiares de descanso y un tercer volumen, el estudio.
Todos los espacios principales, modulados entre ejes de 4.2m, están servidos por una circulación interior y miran al patio central, el cual les ofrece iluminación, ventilación y una relación directa con la naturaleza. Afuera y alrededor del patio, una circulación cubierta que se junta con otra circulación perimetral de servicio, crea un recorrido exterior continuo, alrededor de toda la casa y la protege de la lluvia y el sol ecuatorial.
La construcción de la casa, se inició a finales del 2016 y se inauguró dos años después. En un inicio funcionó únicamente como una vivienda y el estudio se convirtió en un espacio multiuso, un no-espacio. Con la llegada de la pandemia, en el 2020, este no-espacio se trasformó en un lugar de trabajo y la casa llegó a su máximo de ocupación.
Constructivamente, los tres volúmenes de la Casa Tacuri, están conformados por grandes losas de hormigón, apoyadas sobre tubos reciclados, que funcionan como columnas. Cada uno cuenta con un módulo de servicio, lo que los vuelve independientes y transformables. Grandes ventanales corredizos, que están modulados, vinculan los espacios interiores con el espacio exterior y permiten que cada uno de ellos, tenga un acceso independiente desde el patio. Dentro del proyecto se consideran algunos recursos tolerantes con el ambiente y el aprovechamiento de aguas lluvias, para riego del patio central y jardines.
Su propietario, tenía la necesidad de construir una casa donde pueda vivir con su familia y trabajar al mismo tiempo; es por esta razón, que compró el lote, de 1.000m2, motivado por la cantidad de árboles y la cercanía de este, ubicado en Nayón, al centro norte de la ciudad y al valle de Cumbayá.
Con la lectura del lugar, se observó en el lote una pendiente positiva desde el nivel de la calle y surgió como concepto, el crear una arquitectura que se adapta a la topografía y que, además, respeta todos los elementos naturales que se encuentran en el terreno. Estos estudios también permitieron reconocer, que cinco de los trece árboles, están en el centro del lote, concluyendo que el recurso de composición para implantar el proyecto y respetar los árboles, es la reinterpretación de una tipología casa – patio.
Tres volúmenes distribuidos perimetralmente alrededor del jardín arbolado, conforman el patio central. Un primer volumen con frente hacia la calle, contiene todos los espacios de carácter social, un segundo volumen, de dos plantas y perpendicular al primero, agrupa los espacios familiares de descanso y un tercer volumen, el estudio.
Todos los espacios principales, modulados entre ejes de 4.2m, están servidos por una circulación interior y miran al patio central, el cual les ofrece iluminación, ventilación y una relación directa con la naturaleza. Afuera y alrededor del patio, una circulación cubierta que se junta con otra circulación perimetral de servicio, crea un recorrido exterior continuo, alrededor de toda la casa y la protege de la lluvia y el sol ecuatorial.
La construcción de la casa, se inició a finales del 2016 y se inauguró dos años después. En un inicio funcionó únicamente como una vivienda y el estudio se convirtió en un espacio multiuso, un no-espacio. Con la llegada de la pandemia, en el 2020, este no-espacio se trasformó en un lugar de trabajo y la casa llegó a su máximo de ocupación.
Constructivamente, los tres volúmenes de la Casa Tacuri, están conformados por grandes losas de hormigón, apoyadas sobre tubos reciclados, que funcionan como columnas. Cada uno cuenta con un módulo de servicio, lo que los vuelve independientes y transformables. Grandes ventanales corredizos, que están modulados, vinculan los espacios interiores con el espacio exterior y permiten que cada uno de ellos, tenga un acceso independiente desde el patio. Dentro del proyecto se consideran algunos recursos tolerantes con el ambiente y el aprovechamiento de aguas lluvias, para riego del patio central y jardines.